Las
hierbas para la noche mágica de San Juan
Desde el solsticio de verano (Comienzo del verano astronómico) hasta la noche de San Juan, se despierta escondida la magia entre las plantas mientras que al llegar la noche de San Juan entre las cenizas de las hogueras, elixires y conjuros ocultos cabalgan sobre los cuatro elementos –agua, tierra, fuego y aire– y se comienzan a liberarse uno a uno los hechizos en el agua donde la mezcla de un número impar de hierbas (Entre 7 y 11) fluctúan al sereno pasándole cualidades mágicas al agua hasta el amanecer.
Así para realizar
una queimada esa noche en la que participan
con más fuerza los cuatro elementos: El Agua vitae (Aguardiente), el
barro del cacharro (Tierra), Fuego y el Aire al remover
oxigenado el líquido va cogiendo los efluvios
mágicos desprendidos por las hogueras de
la noche de San Juan. Una idea, sería bueno echar un poquito- poquito de ceniza
de la hoguera, utilizar azúcar -de caña de azúcar y si tal una hoja de cada de las
hierbas empleadas para el agua del barreño.
Para la tradición, los árboles reúnen la magia más poderosa del mundo
vegetal. Las raíces representan el agarre a la tierra, en tanto que la copa
simboliza la mirada y contacto con él firmamento y el tronco es el nexo que une
ambos estados. Algunos druidas pensaban que la Naturaleza estaba repleta de
espacios con fuerzas inexplicables y convirtieron esos lugares con árboles o
formas especiales de la naturaleza en sitios en el que celebraban sus rituales.
Las recolecciones de plantas con diversa finalidad se llevaba a cabo según
rigurosos protocolos. Como ejemplo se puede nombrar la utilización del muérdago,
planta parasita que chupa las cualidades mágicas del árbol hasta agotarlo.
Bajo este fértil dominio, la vegetación diversa dibuja un puzle de matices,
aromas y texturas con el que preparar ungüentos, cataplasmas, infusiones… todo tipo
de remedios para cualquier mal. Las hierbas han sido utilizadas en todas las
culturas por sus propiedades mágicas y medicinales. La elección de las hierbas
de la noche de San Juan no es casual, ya que todas ellas “trabajan para
la renovación y la limpieza del organismo”, propiedades que están en
consonancia con la finalidad primordial de esta noche mágica de purificación.
La combinación de entre siete u once
plantas, casi todas ellas nacidas entre el final de la primavera y el inicio
del verano, constituye un grimorio sagrado, una conjunción de fuerzas
aromáticas y con promesas de sanación profunda y protección frente a los
espíritus de la naturaleza.
Luego colocarle unas ramitas de la que tenga pinchos o
por ej zarza encima para que el diablo no les cague encima.
Para la piel
a ser posible poner 11: Hipérico, cola de caballo, consuelda, milenrama,
bardana, romero, salvia, caléndula, rosa
rugosa.
Para enamorar
también 11: Hipérico, rosa rugosa, caléndula, hierba de enamorar (armería pulgerina),
lavanda, romero, cítricos, menta, hinojo, digital, crisantemo de los prados “margarita” (Leucadendron).
Para tomar más
energía otras 11. Hipérico, equinácea, ruda, escaramugo de rosa rugosa, flor de
toxo, digital, flor de castaño, hojas de nogal, fento (Helecho macho), musgo,
hiedra.
Y así se puede ir poniendo cualidades según las
plantas elegidas.
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